Spot presentado en el año 2010 por Nestlé y protagonizado por Martina Klein.
En mi opinión, es una paradoja que Martina Klein, modelo argentina, protagonice una campaña de dulces.
De sus medidas, 89-62-90 deducimos que seguramente "Nestlé la ha acompañado toda su vida".
Como obviamente eso es imposible de creer, en la campaña se opta por un argumento que realza la importancia de la felicidad interior, el cuidarse (comiendo chocolate) y la no preocupación de algo tan insignificante como el cuerpo, es decil, lo superficial.
Es ahí donde volvemos a encontrar otra paradoja importante: Martina Klein que ha vivido de lo superficial nos anima a los demás a valorar el interior.
Por tanto, se podría decir que el mensaje ético que intenta transmitir la campaña se contrapone con la imagen y la persona escogida para ello.
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